Montag, 7. Oktober 2013

Octubre

Jacinto Alonso Saborido
 
Se acerca la fecha

el 7 de octubre

otro aniversario,

estoy lejos

pero pensando en vos

y en tus compañeros.

 

Te recuerdo,

traigo al presente tu nombre

y te extraño.

Eso es raro.

Como entenderlo,

si nosotros nunca nos vimos.

 

Tu foto en blanco y negro

no me dice,

si eras alegre o tan serio.

Si fruncías el ceño,

por el peso de la preocupación,

o por la luz del sol.

 

Querido Jacinto, gallego

quisiste arreglar este mundo,

tan joven y tan decidido.

Parece una ironía del destino,

vos te llevaron antes,

un poco antes, de que llegara yo

¡Ay, qué lástima no me pudiste esperar!

 

Ahora, 39 años después

que soy más vieja que vos,

tu breve historia,

tu tremenda valentía,

me enseñan que en esta vida,

vale la pena intentarlo,

siempre,

aunque perdamos.

 

Un viejo y querido amigo


Acabo de recuperar a un libro,
que yo ya tenía
en mi vieja casa
en la ciudad de La Plata.

Este libro terminó
donado en la biblioteca 
de mi antigua escuela
hace un par de años.

Hoy gracias a la magia
de la globalización
lo retiré en la librería
Heymann en la esquina
de Osterstraße 134
exactamente frente a mi oficina.
 
La empleada no entendía
al entregarme 
el preciado libro
mi cara de alegría.

De Mario Benedetti:
"Privamera con una esquina rota"
pagué sólo 10 Euros,
para mí vale, 
lo que vale un pedazo de mi vida.


Hoy, que profunda emoción
recuperé a un viejo y querido amigo.
Si no lo han leído,
se los recomiendo.

Dienstag, 1. Oktober 2013

Mí querida ciudad Ahrensburg

Queridas lectoras y lectores, me gustaría hoy compartir con ustedes, un escrito que me hizo llegar una amiga argentina a quien aprecio mucho y que es una verdadera declaración de amor a la ciudad donde reside actualmente.
 

Marisa Edith Moyano de Kubelt

Meine geliebte Stadt Ahrensburg

Hoy al igual que aquel 11 de junio del 2004 vos me has agasajado dejándome un recuerdo inolvidable en mi alma y me has recibido, con una maravillosa fiesta de verano.
Hoy me has despertado al igual que todos los días, con tu rostro en mi ventana, algunas veces con mojadas notas musicales  golpeando sobre el vidrio, en ocasiones con el crujir de tus hojas secas o simplemente con el silencioso blanco resplandeciente del frio seco, como anuncio de que están cercanas las blancas navidades.

Hoy he sentido la necesidad del abrazo refrescante de tus tilos a la orilla del Bredenbeker Teich,
esa brisa y energía que atraviesan mi cuerpo, me recuerdan por unos segundos a mis amados vientos patagónicos, los cuales me envuelven como queriéndome marcar el regreso.

Meine geliebte Stadt, jamás podría sentir que me has dejado sola, cuando vos siempre me acompañas y proteges debajo de las alas de tu ángel de las culturas e incluyéndome en tus fiestas sin fronteras.

Meine geliebte Stadt, el tic-tac del reloj de tu corazón me recuerda que aún sobrevivimos, dentro de esta barbarie modernizada.

Meine geliebte Stadt
, cambia tus colores, pero por favor no borres el paso del tiempo, el contrasté de tus muros son parte de nuestra historia.

Meine geliebte Stadt, hoy puedo ver maravillosamente crecer un brote de mis raíces sudamericanas,
emergiendo firme y sólida, mezclándose como protegiéndose entre tus brotes de robles nórdicos.

Meine geliebte Stadt, vos ya sos parte de mí.

Marisa Edith Moyano de Kubelt