El
futuro incierto
Recuerdo que un día mi maestra Susana de Tercer grado escribió en el
pizarrón con tiza “Año dos mil”. La consigna era sencilla, calcular
cuántos años tendríamos nosotros en el dos mil e imaginarnos como podría ser
nuestro futuro. Yo calculé que en esa fecha iba a tener veinticuatro años de
edad y sobre donde podría estar en ese momento, la verdad no me lo pude
imaginar y creo que no habría acertado jamás.
En ese momento para mí el futuro me parecía lejano e incierto.
Incierto, como mis primeros años de vida, como era mí presente en ese momento. Corría
el año 1983 la dictadura militar en Argentina decaía, se avecinaba la primavera
democrática. Yo me encontraba junto con mi hermana melliza María Elena en un
internado, un hogar escuela en lo más profundo del monte santiagueño.
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