Montag, 4. November 2013

Desde la sala de espera de la injusticia


Sportalle Hamburg

 
A Julián Axat
Defensor Penal Juvenil de La Plata 

Estoy en la sala de espera de la Extranjería destinada para la gente sin papeles y solicitantes de asilo, situada en la calle Sportallee de Hamburgo.

Tendrías que ver esto, los pobres del mundo reunidos en una sala de espera, hombres, mujeres con bebés en brazos o embarazadas, chicos y ancianos, familias completas, hacen fila en el pasillo, esperan horas. Hoy no más sitio donde sentarse, son cientos los que se presentan cada día.

Esperan por un papel, un refugio, un asilo o por un permiso que les permita quedarse en el paraíso.

Para poder así salir de la pobreza, la miseria, escapar de las guerras o de la persecución política.

Todos sueñan con un futuro mejor y con poder disfrutar del estado social alemán. Pero: ¿alcanzarán aquí la felicidad?

Estas caras, tristes, miran al suelo, resignados, gente de todos los continentes, hablan a mi lado en idiomas incomprensibles.

Hoy hay muchos jóvenes, están solos, algunos en grupo, son en realidad todavía niños, se van a quedar porque son menores de edad y no los puedes deportar.

Yo los miro y me pregunto:¿Qué travesía tendrán estos chicos detrás de si?

Ellos esperan, con sus mochilas, no tienen nada más, dejaron sus familias atrás y también su niñez. Ahora están librados a su cuenta, obligados a ser mayores, en un país lejano, con idioma desconocido para ellos. Pero hacen chistes y se ríen, pese a todo no dejan de ser chicos.

Un empleado de seguridad, que no es un policía pero merecería por su actitud serlo, los viene a buscar y se los llevan a todos juntos, imagino que a un alojamiento para jóvenes.

Como dije al comienzo, deberías ver esto, imagino que estos chicos y esta pobre gente son los mismos que te toca ver a vos allá y defender cada día.

Te escribo mientras sigo esperando con mi cliente de Latinoamérica.

Saludos desde la sala de espera de la injusticia,

 

María Ester

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