Sportalle Hamburg
A Julián Axat
Defensor Penal Juvenil de La Plata
Defensor Penal Juvenil de La Plata
Estoy en la sala de
espera de la Extranjería destinada para la gente sin papeles y solicitantes de
asilo, situada en la calle Sportallee
de Hamburgo.
Tendrías que ver esto,
los pobres del mundo reunidos en una sala de espera, hombres, mujeres con bebés
en brazos o embarazadas, chicos y ancianos, familias completas, hacen fila en
el pasillo, esperan horas. Hoy no más sitio donde sentarse, son cientos los que
se presentan cada día.
Esperan por un papel,
un refugio, un asilo o por un permiso que les permita quedarse en el paraíso.
Para poder así salir de
la pobreza, la miseria, escapar de las guerras o de la persecución política.
Todos sueñan con un
futuro mejor y con poder disfrutar del estado social alemán. Pero: ¿alcanzarán aquí la felicidad?
Estas caras, tristes,
miran al suelo, resignados, gente de todos los continentes, hablan a mi lado en
idiomas incomprensibles.
Hoy hay muchos jóvenes,
están solos, algunos en grupo, son en realidad todavía niños, se van a quedar porque
son menores de edad y no los puedes deportar.
Yo los miro y me
pregunto:¿Qué travesía tendrán estos
chicos detrás de si?
Ellos esperan, con sus
mochilas, no tienen nada más, dejaron sus familias atrás y también su niñez. Ahora
están librados a su cuenta, obligados a ser mayores, en un país lejano, con
idioma desconocido para ellos. Pero hacen chistes y se ríen, pese a todo no
dejan de ser chicos.
Un empleado de
seguridad, que no es un policía pero merecería por su actitud serlo, los viene
a buscar y se los llevan a todos juntos, imagino que a un alojamiento para jóvenes.
Como dije al comienzo, deberías
ver esto, imagino que estos chicos y esta pobre gente son los mismos que te
toca ver a vos allá y defender cada día.
Te escribo mientras
sigo esperando con mi cliente de Latinoamérica.
Saludos
desde la sala de espera de la injusticia,
María Ester
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