Saide es mi chamana,
con ella estoy fortaleciendo
cuerpo y alma.
Me dice:
tienes que bailar/
escribir/pintar/
danzar tu pena
y sanarás.
Qué sería del mundo
sin los ángeles como Saide:
un sitio verdaderamente hostil.
Nota en la Ojalá - Revista en la Diáspora:
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