Freitag, 29. August 2014

Puerto a la vista

Un remolcador en el puerto de Hamburgo


A Erk
Roberto me decía:
“Gallega, la estás
remando
sin un puerto
a la vista”

Tenía razón
estaba sola
y de ratos
era dura
mi vida

Entonces, te conocí,
nos enamoramos
y apareció el puerto
de Hamburgo
en la lejanía


Seguimos
remando juntos
vamos
más rápido
somos cuatro
Gallega

Montag, 25. August 2014

Tu nombre siempre presente

Festejo por los 90 años de la Abuela Licha.
En la foto Erk y yo la abrazamos. La Plata, año 2005 


Hamburgo, 23 de agosto del 2014.

Querida compañera,
vos no me conocés todavía, pero yo hace tanto que escucho tu nombre.

Recuerdo a Licha y a Estela en los años noventa esperando en el pasillo a qué la Sra. Jueza las recibiera. Yo me cruzaba desde la Defensoría las saludaba, les preguntaba si querían tomar un vaso de agua. Agua para mitigar la espera; agua cristalina los ojos de tu abuela.

Ella era toda una dama, tan amorosa, tan atenta. Andaba siempre arregladita: su pelito corto, sus lentes, sus collares. Vestida con una blusa, una falda, un saquito y sus zapatos de abuela. Licha la del acento dulce, la de la sonrisa picaresca ¿Cómo no adorarla, cómo no quererla?

La Sra. Jueza  no tenía tiempo para atenderlas, pero ellas no desistían, siempre volvían insistiendo por LA NENA.

Pasaron los años, otros pasillos otras puertas y esta vez yo esperaba junto a ellas. Estela, tu tía pequeña valiente, luchadora coherente, siempre consecuente. Una hormiguita toda chuequita con la historia de su familia y del país a cuestas ¿Cómo no admirarla, cómo no quererla?

Mientras esperábamos, mientras conversábamos, mientras te buscábamos tu nombre siempre presente.

No había más sitio en las paredes de la casa de Licha y de Estela para tantos libros, fotos, documentos, carpetas y papeles! Una torre de papeles en distintos idiomas levantaron estas mujeres para encontrarte. En todos ellos te leía. Ellas movieron por vos cielo y tierra.

Con todos esos papeles muchas hormiguitas en estos años construimos un puente tan ancho como el océano. No tengas miedo de acercarte. Estela tiene una historia maravillosa para contarte.

Ella guarda, atesora regalos, obsequios para darte. Entre todos ellos tu nombre y la LIBERTAD lo más preciado que tus padres te pudieron desear.

Cruzate nomás ANA LIBERTAD a la otra orilla, que es hermoso llegar donde te esperan.
María Ester

Donnerstag, 7. August 2014

Un abrazo que demoró 36 años

En la casa de las Abuelas, en junio del 2006:
 Coqui, Estela -que sostiene a mi hija en brazos-
Estelita, Licha y yo. 

Dedicado a Estela de Carlotto, su familia,
a las Abuelas y los Nietos.

Por María Ester Alonso Morales
Tanto tiempo
días, meses, años
esperando
para conocerte,
poder tocarte,
tenerte cerca.

Tanto tiempo
días, meses, años
soñando con este
momento,
poder mirarte,
re-conocerte.

Tanto tiempo
días, meses, años
con preocupación,
con miedos
¿y si no te encontramos?
¿ y si no aparecés?
¿ y si me quedo
sin fuerzas
a medio camino?

Tan cerca,
tan lejos.

Una podría haber
enloquecido
guardando adentro
tanto sentimiento.

Una podría haber
quedado en casa
sola, encerrada
llorando, derrotada...

Pero no lo hicimos,
no les dimos el gusto
¿sabés? ni yo,
ni mi familia,
ni mis compañeras.

Nosotras decidimos
transformar
en lucha
este sufrimiento.

Así, que con el tiempo
días, meses, años
nos hicimos grandes
-gigantes-
para que vos nos veas.

Mantuvimos
encendida
esta llama,
esta hoguera
para que vos te acerques,
para que no te pierdas.

Hoy, nos viste Guido
¡Hoy, apareciste!

¡Al fin! podemos dar
esta maravillosa noticia
desde Argentina,
que se sepa
en el mundo entero:
¡Recuperamos otro nieto!

Hoy, te podemos decir
cuánto te queremos
cuánto te quisieron
tus verdaderos padres.

A ellos los vas
a encontrar
en la mirada
de esta abuela,
en este abrazo fundido
que demoró
tanto tiempo
días, meses, años.